Seguramente que el compuesto
bisfenol-A nos les dice nada... hasta ahora. Presente en la mayoria de envases de plástico, latas de conserva y biberones... Esta sustancia ha entrado a debate por su riesgo de provocar
obesidad, cánceres, diabetes y otras muchas enfermedades.
Las asociaciones de consumidores norteamericanas han elaborado una guía con consejos prácticos sobre cómo debe ser un biberón totalmente saludable.
Tetina: mejor de silicona. Las tetinas de los biberones pueden ser de silicona o de látex. Estas últimas son más proclives a causar reacciones alérgicas y pueden contener impurezas. Además, se degradan y adquieren mal aspecto con el uso. Las de silicona, en contrapartida, son menos elásticas y poco resistentes a los mordiscos.
Medidores: un riesgo calculado. Los medidores plásticos pueden contener productos químicos filtrables, especialmente cuando se calientan. Por ello, hay que evitar meterlos en el microondas e incluso evitar su uso, en lo posible. Mejor, los de cristal.
Botella: el cristal es más `transparente´. Las botellas de plástico pueden filtrar productos químicos que no están presentes en el cristal. En caso de que este tipo de envase sea indispensable, los expertos recomiendan los que vienen señalados con los números 2 (polietileno de alta densidad) y 5 (polipropileno). Hay que evitar el 7.
Agua: mineral o filtrada. Durante los primeros meses es conveniente que el agua sea mineral para el consumo infantil, pero si se utiliza agua del grifo debe ser filtrada. En cualquier caso, no debe contener fluoruro.
Calentar: ventajas del baño maría. Los microondas pueden facilitar que se filtren los componentes químicos dañinos del plástico. Las asociaciones de consumidores norteamericanas aseguran que lo más seguro es calentar los biberones en un cazo con agua caliente. |
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