El control de esfinteres

Cuando el bebé cumple los dos años la mayoría de las mamás se enfrentan con un nuevo reto: enseñarlo a ir al baño solo. En este artículo hablaremos de algunas técnicas que te pueden ayudar a llevar a cabo esta tarea de manera agradable, tranquila y, sobre todo, exitosa. Tal vez el "chiste" está en identificar cuando el niño está listo y entonces actuar de una manera más bien tranquila, relajada y sin presión:

• Usar un excusado portátil puede ser una buena idea. Por su tamaño, es más fácil de usar y, como puede ser llevado a diferentes lugares, le da al bebé cierta sensación de independencia.

• Siempre que sea posible, permite que tu hijo ande desnudo o con poca ropa; esto le recuerda que está aprendiendo a ir al baño. Además le permite estar más atento a las señales que su cuerpo le está mandando.

• Por suerte, en la actualidad se pueden utilizar calzoncitos de entrenamiento; como son similares a la ropa interior de los niños mayores, los pequeños pueden quitárselos con facilidad y sentir que ya son grandes. Recordemos que en esta etapa, los niños tienen necesidad de sentirse grandes e independientes.

• Como el niño está empezando a tener un horario bien establecido, tú puedes tratar de anticipar el momento en que tendrá una evacuación; entonces puedes sentarlo en su orinal y esperar con él. Ahora el niño está empezando a hacer una asociación entre el movimiento intestinal y sentarse en la escupidera; ayúdalo a establecer una rutina.

• Con algunos niños puede ser necesario recordarles con frecuencia que "vayan al baño"; pero también puede ser importante que lleguen a tener "accidentes" para poder aprender: ya vimos que en esta edad los niños empiezan a sentirse incómodos cuando traen sucio el pañal; esto puede servir de base para que, si llega a tener un accidente, empiece a desarrollar solo el deseo de controlar su propio cuerpo para mantenerse limpio.

• Otra estrategia que puede funcionar es estimular su interés para ir al baño si le avisas cuando TÚ vas a ir al baño; si te es cómodo, puedes invitarlo a que te acompañe: "Voy al baño; ¿me quieres acompañar?". Si tu hijo ve que tú vas al baño varias veces durante el día, si tiene la posibilidad de verte utilizar el excusado, tal vez empiece a poner más atención a las veces que él debe ir al baño, a estar más consciente de sus propias necesidades y de las señales que su cuerpo le manda.

• Muchas veces, la convivencia con otros niños de la misma edad que también están empezando a ir al baño, es suficiente para que el niño empiece a mostrar interés en esta actividad. Muchos niños que asisten a guarderías, centros de estimulación temprana o jardines de niños, son entrenados con facilidad en estos ambientes. Aquí los niños pueden tener acceso a excusados de su tamaño y ver a muchos niños utilizarlos; así que es muy probable que con el tiempo aprendan de sus compañeros.

• Lo más importante en ésta, como en otras tareas, es respetar el ritmo del niño; intentar forzar al niño sólo conduce a un gran malestar en ambos y no acelera el aprendizaje. Si se asusta o se resiste, espera un tiempo.

• Celebra con tu hijo el éxito; mantén la calma cuando no lo consiga. Casi todos los niños tendrán accidentes en el camino, pero castigar a un niño que está aprendiendo a ir al baño por hacerse en los calzones, sería igual que regañarlo si se cae cuando está aprendiendo a caminar.

• Ayuda a tu hijo a alcanzar el éxito en esta etapa; el reto al que se está enfrentando es lograr un control sobre una función corporal. Si lo logra, obtendrá una importante recompensa emocional: podrá sentirse orgulloso de sí mismo. ¡Comparte con él este triunfo!