"A los 3 meses, Steven usaba el andador y dejó la leche materna. A los 6 meses, caminaba con dificultad y al año dejó el pañal. Su desarrollo iba bien hasta que a los 2 años tuvo convulsiones", contó sorprendida Marlene (nombre ficticio), cuyo hijo padece el síndrome de Asperger.
La enfermedad, considerada como una variación del espectro autista, se caracteriza por la dificultad que tienen los pacientes para sociabilizar y comunicarse.
"Nunca me cuenta lo que le sucede o si algo le molesta. Yo debo notar sus cambios de actitud para saber que algo esta mal", comentó la mujer.
Según el neurólogo infantil Carlos Bimos, este síndrome afecta con mayor frecuencia al género masculino. "Por cada cuatro niños enfermos, una niña es diagnosticada", aseguró.
El desarrollo es normal los primeros años
A decir de la psicoterapeuta Luz Manzano, los niños con este síndrome tienen un desarrollo normal durante los primeros años, hasta que -en alguna etapa- el progreso se detiene y aparecen los primeros síntomas.
"Tienen dificultad para relacionarse y tienden a jugar solos. Además, muestran una conducta repetitiva como jugar solo con sus manos, siempre con el mismo juguete -pese a que tienen varios- o tienden a practicar el mismo juego", explicó.
De ese modo, la enfermedad suele aparecer entre los 3 y 5 años de edad. Lo importante es acudir de forma oportuna a un especialista, que puede ser un pediatra, un neurólgo infantil o un psicólogo pediatra, añadió Manzano.
Debido a que el daño se produce en el sistema nervioso central (cerebro), no existen rasgos físicos que denoten la enfermedad. Por ello, es imprescindible que los padres y las parvularias evalúen el desarrollo del niño, señaló Bimos. Tal condición se vería reflejada en la dificultad que presenta el menor para expresarse y demostrar sus sentimientos. "En ocasiones, vemos películas de suspenso que a mí me atemorizan pero él no se inmuta. Su actitud es igual con el dolor o con la evasión de peligros", dijo Marlene. (GM)
Tratarlos desde su individualidad
Pese a la deficiencia en destrezas de sociabilización que existen en los niños con Asperger, los especialistas han detectado que sí poseen ciertas habilidades. "Tienen un razonamiento sofisticado y una memoria excelente. Es común que sean expertos en las áreas de su interés como la música, el dibujo, la lectura o las matemáticas", asegura Manzano.
Por ello, la especialista recomienda que no hay que obligarlos a mantener contacto con la gente. "El rol de la familia es fundamental para el paciente, pues esta debe comprender la condición del pequeño y acoplarse a su personalidad", manifiesta.
Lo mismo debe ocurrir en la escuela, dice Manzano. "Las profesoras deben entender que el comportamiento de los menores que padecen esta condición es diferente. Por ello, deben trabajar desde su individualidad, sin obligarlo a que comparta con sus compañeros si no está de acuerdo", añade.
1 comentario:
Muy interesantes, gracias por compartir. Besitos
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