Catalunya alcanzó en el año 2004 el récord de adopciones internacionales, nada menos que 1.562, situándose a la cabeza del ranking mundial en términos relativos, pero desde entonces esa cifra no ha dejado de bajar. El año pasado se cerró con 880 adopciones de niños extranjeros, lo que equivale a un descenso del 43,6% en tres años. La directora del Institut Català de l´Acollida i de l´Adopció (ICAA), Sílvia Casellas, explicó ayer esa tendencia por un proceso de "racionalización" en el que ha influido el endurecimiento de las condiciones para adoptar en los países de origen con el fin de dar más garantías a los niños y para potenciar sus propias adopciones. La actitud de China y Rusia, las dos potencias "exportadoras" de niños en adopción, ha sido decisiva. Pero también los conflictos en Chad o Congo y las dudas sobre los procesos en Ucrania o Nepal. Todo indica que en el futuro el perfil de los niños adoptados se modificará, que aumentará su edad, que se primará a los que tengan hermanos y a los que puedan tener algún tipo de disminución. Para el resto, la preferencia siempre será en el interior del propio país
La Vanguardia, 11/04/2008
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