Fíjese en:.
.el sueño del niño
.si llora con frecuencia
.si su conducta es conflictiva en casa y /o en el cole.
.si está más sensible a las críticas.
.si tiene dolores más a menudo
.si está de mal humor
.si se le ve triste
.si las actividades que siempre le han gustado ahora no le apetecen tanto
.si le disgustan los cambios en su rutina
.le cuesta levantarse por su cuenta
.lo ve "diferente"
.comete errores que no son propios de él
.vuelve a tener hábitos de una edad más temprana, hábitos que ya había superado.
Como padres sois los que vais a ayudar al niño: aunque acudáis a un profesional, gran parte del trabajo de éste se realizará a través de ustedes.
Sois los padres los que mejor conocen al niño, sois los padres los que estáis más cerca para observar los cambios del día a día.
A veces la ansiedad del niño deriva de tensiones en el hogar, por lo que quizá tengan que ser primero los padres los que consideren sus propias actitudes y su concepto del a vida, ya que esto seguro que influye en el niño. Recordemos que son esponjas, que imitan, que aprenden de los adultos cercanos. Y sobre todo, cómo calmemos nosotros como padres nuestra propia inquietud, será un modelo muy poderoso para los niños.
Hay ciertas épocas y acontecimientos de la vida que ponen en riesgo la estabilidad del niño. Hay 4 épocas en la vida del niño que el estrés alcanza su cotas máximas, y depende de las herramientas que tenga él, y el ambiente positivo que tenga a su realidad, el cómo salga de esas situaciones:
- Comienzo de la etapa escolar
- Cambio de colegio o paso al Instituto
- Final de la secundaria
- Adolescencia
Entre los acontecimientos están:
-muerte cercana, de familia o mascota
-separación paterna
-cambio de domicilio
-ruptura con un amigo íntimo
Si se dan cuenta ustedes, observarán que todas las épocas y situaciones que he mencionado se pueden resumir en una palabra: un CAMBIO en la vida, en la rutina del niño.
En todas estas circunstancias tenemos que tener presente la importancia de mostrarle al niño que estamos ahí que le comprendemos, y saber nosotros que los cambios que observamos en los niños ante estas circunstancias, que a menudo nos preocupan, son consecuencia del esfuerzo por combatir el estrés crónico.
Muchas veces los problemas se solucionan solos, en la medida en que el tiempo ayuda a adaptarse a la nueva situación. Pero otras, esa adaptación no se da, y se puede llegar al inicio de una depresión.
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