Si a usted siempre le tocó pararse de primero en las filas del colegio, sentarse adelante en el salón y acomodarse en frente para las fotos, puede que ahora que es padre, esté preocupado porque no sabe cuál va a ser la estatura de su hijo y le encantaría poder hacer algo, para que no viva lo mismo.
Aunque la media de estatura en los colombianos no es muy alta y las personas pueden ser bajas sin problema, existen factores que influyen para que un niño esté por debajo del promedio.
Uno de ellos es la acondroplasia o enanismo, en el que los núcleos de crecimiento de los huesos se cierran tempranamente y no existe tratamiento para reversarlo.
En otros, la encargada de determinar la estatura es la hormona del crecimiento producida por la glándula hipófisis, localizada en el cerebro. Cuando allí se presenta un déficit, el niño no crece como debería.
El endocrinólogo pediatra Shoukry Awadalla señala que la medida mínima en los hombres es de 1,60 metros y en las niñas 1,50. “A veces dicen que el crecimiento termina a los 18 o a los 20 años y eso no es así. Los niños crecen un año después de su cambio de voz y las niñas un año después de su primera menstruación. Lo más importante es no quedarse con la medicina facilista: el niño es bajito porque el papá es bajito, el niño es gordo porque el papá es gordo. Hay que estudiarlo y seguramente hay causas para que esto suceda”, dice.
La endocrinóloga María Inés Toro señala que “hay unas tablas que reflejan si el bebé no está creciendo por la línea por la que venía, no guarda el percentil o está por debajo del más bajo que es el 13”.
Awadalla asegura que los padres se dan cuenta de que algo ocurre cuando el niño es más pequeño que los amigos de la misma edad o cuando en un año no es necesario comprarle ropa o zapatos.
Es en este momento cuando los expertos consideran hacer un examen para determinar si la hormona del crecimiento funciona correctamente.
Cuándo debe aplicarse
- Se puede formular tratamiento hormonal si se diagnostica: eficiencia de la hormona de crecimiento, alteración en la molécula de la hormona, resistencia a esta, problemas con alteraciones cromosómicas.
- Retraso en el crecimiento de las mujeres por una enfermedad conocida como síndrome de Turner, enfermedad renal crónica en los prepúberes, retraso en el crecimiento de prematuros, que no hayan mostrado avances hasta los 4 años. Existen otras causas menos frecuentes.
Sin embargo, muchos padres someten a sus hijos a recibir el medicamento, porque sueñan con un jugador de baloncesto. El tratamiento, aunque es efectivo, puede tener efectos visibles hasta después de mucho tiempo.
Si el niño lo necesita, debe aplicársele una inyección con el medicamento, durante cinco o seis veces por semana, preferiblemente por la noche.
“Antes la suspendíamos cuando el menor detenía su crecimiento. Pero ahora, hay estudios en donde se dice que las personas a las que se les diagnostica deficiencia de hormona deben seguir en la vida adulta recibiendo una dosis más baja”, explica la endocrinóloga María Inés Toro.
No todos pueden ser ‘gigantes’
La endocrinóloga María Inés Toro asegura que “si no existe deficiencia de la hormona, ni los pediatras ni los endocrinólogos la recomendamos, porque tiene complicaciones.
Su uso no está aprobado por la FDA (entidad encargada de regular medicamentos y alimentos en Estados Unidos) ni por nadie.
Al suministrar una hormona extra pueden producirse complicaciones, que son las mismas que dan cuando uno tiene exceso de hormona: acromegalia o gigantismo, que es exceso de crecimiento. También hipertensión, problemas cardiacos, intolerancia a los carbohidratos o diabetes.
Pero si uno la provee cuando se ha diagnosticado deficiencia, como si el cuerpo la produjera, no hay efectos nocivos, pero debe hacerse medición con exámenes. Tampoco debe haber efectos si se aplica en la dosis correcta”.
Juliana Rojas H.
Redactora ABC del Bebé
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