Un niño de 18 meses con epidermolisis bullosa distrófica, una enfermedad que hace que la piel sea tan frágil como las alas de una mariposa, evoluciona favorablemente tras recibir un trasplante de sangre de cordón umbilical (SCU) y de la médula ósea de su hermano.
Es la primera vez que se aplica este proceso para tratar esta patología, causada por una mutación del colágeno tipo VII que deriva en una hipersensibilidad de la piel y en la aparición de dolorosas ampollas de color rojo que se rompen, exudan y forman costras.
El científico John Wagner, pionero en los trasplantes de células madre, ha llevado a cabo esta intervención en un "niño mariposa", apoyado por investigadores de las universidades estadounidenses de Columbia y Minesota, donde dirige la División de Hematología, Oncología y Trasplantes de Médula.
El pequeño lleva de alta cuatro meses y "está mejorando día a día", informó hoy en rueda de prensa la directora general científico-técnica del banco de cordón umbilical "VidaCord", Mónica Barahona, de cuyo comité bioético y médico forma parte Wagner.
El doctor, que ha realizado un millar de los 8.000 trasplantes de células madre procedentes de cordón umbilical practicados en el mundo, ha constatado la "presencia" del colágeno afectado en este pequeño que antes era incapaz de producir por él mismo.
El equipo médico que ha realizado el trasplante de SCU confía en que el sistema sanguíneo sano estimulará la capacidad de la epidermis de producir el colágeno necesario para unir la piel.
Wagner ya logró corregir la epidermolisis bullosa distrófica recesiva en ratones mediante un trasplante de médula ósea y, para ello, analizó varios modelos de células madre adultas a fin de determinar cuál provocaría el desarrollo del colágeno tipo VII, proteína que no poseen los que padecen esta patología.
Hasta ahora, según recordó Barahona, la utilidad clínica de la SCU se había constatado en enfermedades del sistema hematopoyético o de la sangre, si bien hay más de mil publicaciones en revistas científicas que apuntan a su capacidad regenerativa en muchas otras patologías.
Es la primera vez que se aplica este proceso para tratar esta patología, causada por una mutación del colágeno tipo VII que deriva en una hipersensibilidad de la piel y en la aparición de dolorosas ampollas de color rojo que se rompen, exudan y forman costras.
El científico John Wagner, pionero en los trasplantes de células madre, ha llevado a cabo esta intervención en un "niño mariposa", apoyado por investigadores de las universidades estadounidenses de Columbia y Minesota, donde dirige la División de Hematología, Oncología y Trasplantes de Médula.
El pequeño lleva de alta cuatro meses y "está mejorando día a día", informó hoy en rueda de prensa la directora general científico-técnica del banco de cordón umbilical "VidaCord", Mónica Barahona, de cuyo comité bioético y médico forma parte Wagner.
El doctor, que ha realizado un millar de los 8.000 trasplantes de células madre procedentes de cordón umbilical practicados en el mundo, ha constatado la "presencia" del colágeno afectado en este pequeño que antes era incapaz de producir por él mismo.
El equipo médico que ha realizado el trasplante de SCU confía en que el sistema sanguíneo sano estimulará la capacidad de la epidermis de producir el colágeno necesario para unir la piel.
Wagner ya logró corregir la epidermolisis bullosa distrófica recesiva en ratones mediante un trasplante de médula ósea y, para ello, analizó varios modelos de células madre adultas a fin de determinar cuál provocaría el desarrollo del colágeno tipo VII, proteína que no poseen los que padecen esta patología.
Hasta ahora, según recordó Barahona, la utilidad clínica de la SCU se había constatado en enfermedades del sistema hematopoyético o de la sangre, si bien hay más de mil publicaciones en revistas científicas que apuntan a su capacidad regenerativa en muchas otras patologías.
El Correo de Andalucía, 10/04/08
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