La iniciación musical empieza en la propia casa del niño. Los padres pueden introducirle en los placeres del ritmo y los sonidos.
A los bebés y niños en sus primeros pasos les gusta mucho bailar y dar palmas. Los bebés se serenan si se les canta o si le tararea canciones con suavidad. Tengamos o no-sentido musical, parece ser que hay en nosotros una especie de instinto que encaja con la propia capacidad del bebé para responder a los sonidos y a los movimientos. Es divertido investigar qué clase de música le gustan a tu hijo. Escoge un momento en el que éste esté despierto, atento y mirándote admirado. Selecciona distintos tipos de música, desde clásica hasta rock, y observa sus reacciones.
Al niño le agradará seguramente la música suave y fluida con una melodía definida; sin embargo, a medida que se haga mayor, seguramente preferirá canciones con altibajos, con un buen ritmo, bien marcado. Te darás cuenta de que los diversos tipos de música le atraerán en épocas diferentes.En cuanto tu hijo sea capaz de fijarse y concentrarse en tu cara durante algo más que unos pocos segundos, a partir de las seis a siete semanas, atrae su atención entonándole canciones y ritmos; haz también la mímica.
A los bebés y a los niños que comienzan a caminar, hasta que tienen edad de ir al colegio, les encanta. Prueba con las que te son familiares de tu infancia. A medida que tu bebé crezca intentará cantar contigo. Se mostrará emocionado cuando repita una o dos palabras y dé palmadas con sus manitos o se ponga de puntillas.
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