Conviene visitar varias antes de decidir a cuál acudirán nuestros hijos
Decidirnos por una u otra guardería es una de las elecciones más difíciles que los padres debemos hacer cuando nuestro bebé crece y la vuelta al trabajo -motivo más habitual para hacer uso de la guardería- es inminente. Al trauma que supone la separación física del niño se une la preocupación por la atención que recibirá, las condiciones del centro donde pasará gran parte del día y, por supuesto, la carga económica que ello conllevará. Si está pensando en llevar a su hijo a uno de estos centros conviene que visite varios y se tome todo el tiempo del mundo antes de tomar la decisión definitiva.
- Las edades más favorables para llevar al niño a la guardería son la anterior a los ocho meses, pues el niño se adapta mejor, y la posterior a los dieciocho, cuando ya ha adquirido el suficiente control de sí mismo como para enfrentarse sin problemas con el nuevo medio.
- Visite la guardería, con el niño, antes de que éste se quede allí, para que se vaya familiarizando con el lugar y las personas. Al principio, no le deje mucho tiempo en ella. Los primeros días, una o dos horas son suficientes. En todo caso, no es deseable que pase más de cuatro o cinco horas diarias en la guardería, y en ningún caso debe permanecer en ella más de ocho.
- La cercanía al domicilio es un elemento a tener en cuenta. El trayecto a recorrer será menor y el niño seguirá en contacto con el medio social en el que vive, de manera que sus compañeros de guardería serán también sus amigos del barrio.
Seguridad
- Las ventanas tienen que estar situadas fuera del alcance de los niños o, en su defecto, provistas de rejas. Los cristales tienen que ser irrompibles.
- Las escaleras han de tener la baranda a la altura de los más pequeños
- Las puertas (bisagras y marcos) deben contar con un sistema apropiado para evitar pellizcos en los dedos.
- Los enchufes han de estar situados a una altura inalcanzable por los pequeños.
- Los productos nocivos deben guardarse en armarios cerrados.
- Las mesas y el resto del mobiliario no deben ofrecer cantos vivos.
Espacio
- La guardería debe situarse en un local de uso exclusivo y con acceso desde el exterior.
- Ha de disponer de unas condiciones arquitectónicas que posibiliten el acceso y circulación a los alumnos con problemas físicos.
- Según la legislación española, las guarderías deben disponer de un mínimo de 1,50 metros cuadrados por puesto escolar, que se amplían a un mínimo de 3 metros cuadrados para el patio de recreo Sin embargo, estas disposiciones no son acordes con lo indicado por la UNESCO como deseables, que son 8 metros cuadrados por niño menor de tres años y 4 metros cuadrados para los de cuatro a siete años.
- Las aulas deben estar bien iluminadas, a ser posible con abundante luz natural, ser espaciosas, la amplitud de espacios facilita el trabajo con los niños y evita tensiones innecesarias fruto de interrupciones o molestias entre los niños en la actividad diaria, y limpias, la limpieza y el orden en los materiales, los suelos, los cambiadores, los lavabos y la cocina le dirán hasta qué punto el centro está bien cuidado.
- Preste atención a la división de las salas. La guardería debe disponer tanto de salas destinadas al juego y a la diversión como de salas destinadas a los trabajos manuales o al descanso de los más pequeños.
- Las aulas con alumnos de cero a dos años contarán con áreas diferenciadas para el descanso e higiene del niño.
- El centro debe disponer de un aseo por sala que deberá ser visible y accesible desde la misma y que contará con dos lavabos y dos inodoros. El aseo para el personal docente debe estar separado de los servicios de los niños, con un lavabo, un inodoro y una ducha.
- Debe disponer de un patio de juego por cada nueve aulas o fracción, con una superficie superior a los 75 metros cuadrados.
- Preste atención a la superficie sobre la cual va a tener lugar el juego. El suelo del patio debe ser suave y seguro, y nunca de piedra rugosa ni arenoso, lo cual evitará futuras heridas e infecciones.
Educadores
- Compruebe que los encargados de los niños son profesionales con la especialidad correspondiente. Los que atiendan a los niños entre 0 y 3 años deben tener, como mínimo, un título de Jardín de Infancia, y los que atiendan a los niños entre 3 y 6 años deben ser Maestros de Educación infantil.
- Si se matriculan niños con necesidades educativas especiales el centro deberá tener recursos humanos y materiales de apoyo, los cuales serán determinados por la Administración educativa correspondiente.
- El número de niños por educador debe cumplir la normativa vigente. Así, los maestros de los menores de 1 año tendrán un máximo de 8 niños por aula, los de 1 a 2 años, máximo 13 niños y los de 2 a 3 años, 20 niños por clase.
- El personal de una guardería debe tener, además de paciencia, suavidad y firmeza, una gran sensibilidad para captar el grado de desarrollo y las características temperamentales de cada uno de los niños que se encuentran bajo su cuidado, pues es en esta etapa en la que resulta más necesaria -imprescindible- la atención personalizada.
- Observe cómo hablan con los niños, si sus palabras son tiernas o duras. Recuerde que los niños pequeños están en una etapa en la que los abrazos, el cariño y la dulzura son importantísimos. Preste atención también a cómo les hablan los niños a ellos, y si les dan muestras de cariño y de cercanía.
Línea pedagógica
- El centro debe tener un programa claro de trabajo, con actividades orientadas a la experimentación y el descubrimiento con materiales específicos, espacios y materiales para el trabajo psicomotriz, actividades que faciliten aprendizajes musicales y sensoriales.
- El resultado de todo el trabajo debe quedar reflejado en informes periódicos y en posteriores entrevistas personales con los padres en las que se puedan aclarar dudas y conflictos.
La comida
- Cuanto más pequeño es el niño más debemos cuidar su dieta. Infórmese de si la guardería hace su propia comida, visite la cocina, conozca a la cocinera, o si por el contrario se la sirve una empresa especializada, pregunte quién decide los menús.
- El comedor debe ser una sala diferenciada y de uso exclusivo para poder asegurar las normas de higiene y limpieza.
La hora de la siesta
- Interésese sobre cómo organizan la hora del descanso, tan vital en esta etapa.
- Infórmese del tipo de hamaquitas que se utilizan, si tapan a los niños con sabanitas o mantas en invierno, si duermen todos juntos o por grupos, cuántos educadores se encargan de la vigilancia y qué hacen cuando un niño no quiere dormir o se despierta antes de hora.
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