Sorprendente es saber que el bostezo, esa delatora apertura de boca, absolutamente involuntaria, es un asunto mucho más importante de lo que parece. Al parecer, el gesto tiene propiedades muy positivas para el organismo.
Ya desde que nos encontramos en el vientre materno, nuestra boca se abre de forma espontánea. No es un reflejo, una respuesta corta, rápida y proporcional a un estímulo, sino que, una vez que comienza debe continuar
Dura aproximadamente seis segundos y nos acompañará el resto de nuestra vida. Un teoría muy común sostiene que es provocado por la falta de oxígeno en la sangre y ayuda a oxigenarla o que sirve para regular la temperatura corporal. Lo cierto es que es un potente mensaje no verbal. Indica cansancio, aburrimiento, rechazo...
Y, por supuesto, es contagioso. Las razones para esto son poco claras. Somos animales de costumbres y bostezar, o incluso hablar del bostezo, produce contagio.
Antena 3 Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario