Sin embargo, la convivencia con animales domésticos no está exenta de riesgos para la salud. El pelo de gatos, perros, roedores y caballos, por ejemplo, puede ser un factor sensibilizante para hacer una alergia. Y los animales que no estén estrictamente controlados por un veterinario y convenientemente vacunados, pueden ser causa de enfermedades en las personas (zoonosis es el término empleado en Veterinaria para este tipo de enfermedades).
Algunos ejemplos de zoonosis son:
Quiste hidatídico (infección por el helminto Echinococcus granulosus). El contagio humano ocurre más en la infancia, al jugar el niño con perros infectados o al ingerir verduras o aguas contaminadas con huevos del parásito. Afecta al hígado y al pulmón, sobre todo.
Cenurosis. Taenia multiceps vive, en estadio adulto, en el intestino de los perros, y las larvas se desarrollan en los tejidos de ovejas, cabras y otros animales herbívoros, donde forman cenuros o quistes con varios escólex (cabezas), pero sin vesículas hijas. El hombre se contagia accidentalmente al consumir alimentos contaminados por las deyecciones de perros parasitados. Los cenuros se desarrollan en el tejido celular subcutáneo, el ojo y, sobre todo, el cerebro. Transcurridos varios años aparecen síntomas que simulan un tumor cerebral.
Toxocariasis. Larva migrans visceral. Las larvas de dos especies de helmintos que parasitan al perro y al gato, denominadas Toxocara canis y Toxocara cati, respectivamente, pueden ser ingeridas de forma accidental por el hombre y originar granulomas en diversos tejidos. Se estima que están infectados alrededor del 10% de los perros.
Coriomeningitis linfocitaria. Es una infección benigna, producida por un virus, cuyo reservorio es el Mus musculus, o ratón común, que se halla infectado mucho más a menudo en unas áreas geográficas que en otras; otros posibles huéspedes podrían ser los hámsters, los cobayas e incluso los perros. La infección puede adquirir dos formas clínicas distintas: grave (meningitis / meningoencefalitis) y leve (síndrome seudogripal).
Rabia (hidrofobia). Enfermedad infecciosa aguda de los mamíferos, especialmente de los carnívoros, caracterizada por irritación del sistema nervioso central seguida de parálisis y muerte. Está causada por un virus que con frecuencia está presente en la saliva de los animales rabiosos y que se transmite al hombre por mordedura. En los países en los que se vacuna al 70 % o más de los perros, la transmisión de la rabia está eficazmente restringida.Muermo es una enfermedad rara y contagiosa producida por Pseudomona mallei, que transmiten équidos infectados (asnos, mulos, caballos), por lo cual se observa sobre todo en profesionales que trabajan con ganado equino.
Pasteurella multocida produce casos esporádicos y epidémicos de neumonía y septicemia hemorrágica en muchos animales. Además, dicho microrganismo se encuentra ampliamente distribuido en la naturaleza y se lo puede aislar de la cavidad oral y la faringe de multitud de animales, silvestres y domésticos. Las infecciones no relacionadas con heridas suelen ocurrir en personas que mantienen algún tipo de contacto con animales.
Leptospirosis, los perros son portadores de esta enfermedad. En los países en los que se vacuna a los perros, la transmisión de la leptospirosis está eficazmente restringida.
Fiebre botonosa. Enfermedad exantemática endémica frecuente en los países de la cuenca del Mediterráneo. Causada por Rickettsia conorii y transmitida por la garrapata del perro (Rhipicephalus sanguineus). El hombre es un huésped accidental en el ciclo biológico de las garrapatas. La mayoría de los pacientes refieren contacto con perros. En ocasiones la enfermedad aparece por picadura de garrapatas que se hallan en el suelo.
Fiebre Q es una zoonosis de distribución mundial. Se debe a una bacteria llamada Coxiella (o Rickettsia) burnetii. Por lo general, es un proceso endémico, descrito prácticamente en toda la geografía española, aunque puede producirse en forma de brotes epidémicos en relación con el trasiego de ganado, como ha sucedido en el País Vasco. Casi todos los animales domésticos (vacas, ovejas, cabras, perros, gatos) y salvajes (conejos, pequeños roedores, zorros) pueden estar infectados, constituyendo el reservorio habitual de la enfermedad.
Enfermedad por arañazo de gato. La enfermedad se contrae, casi siempre, por arañazo de gato. Estos animales son portadores transitorios del agente (una bacteria) en las uñas y no denotan signos de la enfermedad.
Hongos. Las tiñas de piel o de cuero cabelludo son más frecuentes en el medio rural y en niños varones en edad preescolar y escolar, el contagio se establece directamente a partir de los animales infectados (perros, gatos, ganado vacuno, roedores), de otros individuos que la padecen, por manipulación de tierra donde se hallen los hongos o a través de diversos objetos de empleo común en el medio familiar.
Toxoplasmosis. Es muy frecuente, afectando en todo el mundo a muchas personas y a muchas especies de animales y pájaros. El huésped definitivo del parásito es el gato. La toxoplasmosis se adquiere bien al ingerir tierra contaminada o carne cruda / poco hecha, bien por contacto directo con secreciones y excrementos de gato, o bien por vía materno-fetal a través de la placenta (toxoplasmosis congénita). La toxoplasmosis adquirida es una enfermedad leve y a menudo inadvertida. La toxoplasmosis congénita, en cambio, es muy grave para el feto, al que puede causar ceguera y daños irreversibles en el sistema nervioso central.
Prevención de la Toxoplasmosis:
Cuidado con los alimentos frescos, y con la posible contaminación de las heces del gato con las comidas. (Toxoplasma gondii se encuentra en quistes dentro de los roedores, estos son comidos por los gatos, las heces de gato contaminan los vegetales, que al ser comidos por los roedores se vuelven a contaminar de quistes de toxoplasma).
Las personas pueden contagiarse a través de comidas poco cocidas, por contaminación de ella por las heces de gato o animales. En los vegetales crudos esta contaminación es más fácil de transmitirse.
Si la infección pasa a la madre a través de la placenta pasa al feto. La detección precoz de la infección en la madre para poner tratamiento a tiempo es muy importante, así como diagnosticar cuanto antes una infección en el feto o niño para poner el tratamiento precozmente y evitar mayores problemas.
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