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EXÁMENES DE ADMISIÓN


QUÉ MIDEN LOS EXÁMENES DE ADMISIÓN?

Aunque los exámenes de admisión de los colegios son muy cuestionados, es la manera que tiene la mayoría de los colegios para seleccionar a sus alumnos, poniendo énfasis en distintos puntos, según el perfil de alumno que quiere tener. Por eso, antes de someter al hijo a múltiples pruebas, es necesario informarse bien acerca de los colegios a los cuales se quiere postular, para ver si en realidad es lo que se desea para él.

Alrededor de los cuatro años, muchos niños deben dar un “examen de admisión” para entrar a pre-kinder; éste mide el grado de madurez que tiene cada niño para enfrentar la entrada al colegio. No se trata sólo de sus conocimientos: hay una serie de factores que hacen que ese niño esté en condiciones intelectuales y emocionales para entrar a un determinado colegio.

Una forma de medir
Aunque para muchos este sistema es injusto ya que no se puede medir y seleccionar a niños tan chicos en un tiempo tan corto, lo cierto es que la demanda por los colegios es mucha y las vacantes son pocas. Por eso, los colegios necesitan tener una forma de seleccionar. Y esa forma es el examen de admisión.

En él se mide si el niño tiene el nivel de madurez necesario para entrar a ese colegio. No significa que tenga que hacer todo lo que le pidan a la perfección, sino que hay unas condiciones mínimas que debe cumplir. El resto es lo que irá aprendiendo en pre-kinder y en kinder.

El examen toma en cuenta su capacidad de relacionar, de hacer analogías, de entender, de seguir instrucciones, de expresarse y de comprender. Así se ve el nivel de madurez intelectual y emocional del niño y su capacidad para relacionarse con otros.

Incluso hay actividades de educación física que dan indicios de su motricidad, capacidad de orientación y de concentración. Esto es importante porque en pre-kinder comienza el proceso de aprendizaje de leer y escribir. Las orientaciones espaciales, temporales y la lateralidad, lo prepararán para logros más complejos, cuyo objetivo es la lectura y escritura a fines de segundo básico.

Lo que se pregunta
Cada colegio tiene un proyecto educativo, que es su marca y por el cual unos eligen un colegio y otros, otro. Los exámenes de admisión están hechos para ver si el niño y la familia son adecuados a ese proyecto.

Por eso es que los colegios ponen énfasis en las distintas áreas que les interesa que sus alumnos desarrollen. Así, un colegio bilingüe pondrá especial atención en lo que se refiere al desarrollo del lenguaje del niño, mientras que, en los colegios masivos, tomarán en cuenta las habilidades sociales.

A pesar de que los exámenes varían mucho de un colegio a otro, buscamos una muestra de lo que son los principales temas que tratan, en términos muy generales:

Desarrollo intelectual: Una forma muy utilizada de medir el desarrollo intelectual de un niño es hacerlo dibujar la figura humana. Mientras más elementos tenga, mayor es su grado de madurez, dada su capacidad de observación de detalles. Así, si dibuja los ojos con pupila, pestañas y cejas significa que tiene un nivel de madurez mayor.

Desarrollo del lenguaje:
Ejercicios como analogías (el pie se mete en el zapato, la mano se mete en el…guante); completar frases (la mamá está regando el jardín con la…manguera); término excluido (hay un lápiz, un estuche, una tijera, una goma y un conejo, ¿qué elemento no pertenece?), permiten medir la capacidad de atención, concentración y comprensión que tiene el niño del lenguaje.

Describir una lámina: el niño puede describir sólo lo que ve o puede verbalizar acciones, es decir, desde nombrar los objetos, a describir situaciones e interpretarlas. Es distinto, por ejemplo, decir “hay una mamá y un papá sentados en el sofá del living” que “el papá y la mamá están conversando en el living y el papá está preocupado…” Aquí se mide la sintáctica, el vocabulario, la pronunciación (por ejemplo, exige un mayor grado de madurez el pronunciar dos consonantes juntas, como pl, bl, tr, etc).

Contar un cuento corto para luego hacerle preguntas: se mide su capacidad de concentración, si necesita apoyo visual o no para captar la historia y el nivel de detalles que es capaz de retener.

Pensamiento lógico-matemático:
Hay distintos tipos de ejercicios:

Seriación: ordenar de más grande a más chico, etc.

Clasificación: según un criterio y justificar el criterio, es decir, si está clasificando según su tamaño, su forma, su color.

Reconocer las formas geométricas.

Conservación de la cantidad: saber reconocer que la cantidad es independiente de la distribución espacial. Por ejemplo, si hay diez pelotitas muy juntas en un lado y diez más separadas en el otro, darse cuenta que hay la misma cantidad.

Contar del 1 al 5, asociando número y cantidad.

Motricidad fina:

Laberintos o trazos: por ejemplo, hacer una línea para que el conejo llegue a la zanahoria.

Seguir un trazo, marcar una línea punteada, etc.

Hilar collares.

Pintar respetando los límites.

Recortar en línea recta y curva.

Motricidad Gruesa:
correr, saltar, parar cuando se le indique.

Habilidades sociales:
En muchos colegios los niños tienen que quedarse dos o tres horas y las educadoras ven cómo se comportan en el patio, cómo juegan con otros niños, cómo sacan su colación para saber qué grado de autonomía tienen o cómo resuelven conflictos.

Cada colegio tiene su estilo
Numerosos expertos también critican este sistema por el innecesario estrés al que se somete a niños de cuatro años. El problema es que a pesar de que la oferta de colegios ha aumentado enormemente estos últimos años, hay colegios que concentran mucha demanda, sea por su prestigio o porque están de moda.

Por eso es que no son los niños los que realmente sufren, sino que son los padres quienes tienen un verdadero estrés porque quieren que su hijo sea aceptado en un determinado colegio. Y como éste selecciona a los postulantes de acuerdo al perfil de alumno que quiere, muchos padres buscan calzar a toda costa con ese perfil, sin averiguar si eso es lo que quieren realmente para su hijo.

Es frecuente oír padres que atacan tal o cual colegio por la exigencia de su examen de admisión, porque su hijo no quedó aceptado, por las preguntas que les hicieron a ellos, etc. Pero quizás antes de postular al colegio en cuestión, les faltó una información más completa sobre sus principios y objetivos: porque si en un colegio se da mucha importancia a la parte académica, el examen será más difícil en la parte intelectual; si buscan un compromiso fuerte de los padres, ellos tendrán una entrevista personal muy importante; si el colegio es masivo, en donde los niños necesitan ser autónomos, lo más probable es que el niño que haga pataleta o se amurre no tenga una segunda oportunidad.

Por tanto, para no sorprenderse ante un examen de admisión, hay que tener presente que éste es el reflejo del colegio. Y que más importante que “preparar” al niño para un examen, es ver si el niño está capacitado para entrar a ese colegio y si los padres buscan ese estilo de educación para él.

Deber de los padres: informarse
Decidir sobre la educación escolar de un hijo es más que escoger el colegio que está de moda, aquél en el que están los primos o buscar el con mejores resultados en el Simce o en la PAA. Las grandes preguntas son: qué es lo que queremos (papá y mamá) para ese hijo y cuál es la mejor educación para él.

En la entrevista, los padres tienen el derecho y deber de informarse del proyecto educativo del colegio. Además, conversando con otros padres que tienen allí a sus hijos, pueden averiguar si tienen el mismo ideal de educación que ellos.

Así resulta ilógico que los padres mientan en las entrevistas, pues al final los perjudicados serán sus hijos, cuando su forma de vida entre en contradicción con la del resto del colegio.

Y más que sufrir de estrés y contagiarles su ansiedad a los niños, los padres tienen que saber cuál es el proyecto educativo de cada colegio y elegir entre la gran variedad que existe ahora.

Finalmente, si el niño no queda en el colegio, no es el fin del mundo. Lo más probable es que no sea culpa del niño, sino que el colegio elegido no era el adecuado para él o que necesita un año más de maduración. No cabe duda que puede ser un alumno brillante en otro colegio o que hay que esperar un año más.

“El examen da pautas claras de cómo es el niño”
María Inés Correa, coordinadora académica del primer ciclo del Colegio Santa Catalina de Siena, explica lo que realmente miden los exámenes de admisión y cómo hay que enfrentarlos.

¿Qué mide el examen de admisión de un colegio?
Mide principalmente el grado de madurez de ese niño. Cada colegio tiene su propio proyecto educativo y el examen le permite ver si ese niño y esa familia corresponde o no a él. Mide la madurez de ese niño para ver si está preparado o no para enfrentar un pre-kinder con las características que cada colegio tiene.

Es muy difícil saber cómo es un niño en media hora, ¿Qué pasa si el niño tiene pataleta o está enfermo?
También eso da una pauta del colegio que uno está eligiendo. Si lo reprueba por eso, significa que el colegio tiene un nivel de estrictez grande y los padres tendrán que ver si eso es lo que quieren o no. Hay otros que le darán una nueva oportunidad. Por ejemplo, en nuestro caso, si llega una niñita enferma, le decimos que vuelva la próxima semana porque no está en condiciones. Además, a mí no me ha tocado nunca una niñita con una pataleta incontrolable porque siempre tratamos de fomentar un ambiente afectivo. Sí hay algunas un poco recelosas porque se enfrentan con un extraño, lo que es perfectamente normal. A veces, la mamá la puede acompañar a la sala.

¿Qué tanto mide cómo es el niño?
En el examen se mide la madurez y normalmente los que sacan una buena evaluación, después les va bien en el colegio. Da pautas claras de cómo es el niño. Lo que pasa es que puede llegar un niño de 3 años 3 meses y otros de 3 años 10 meses y la diferencia es mucha a esa edad. Si el más chico parece que va a tener la madurez suficiente, nosotros le pedimos que vuelva a dar examen en diciembre para que no tenga después problemas en el colegio. Hay otros que, aunque tengan edad suficiente, son inmaduros y lo profesional es postergar la entrada para el próximo año porque de lo contrario ese niño va a sufrir, va sentirse inseguro, etc.

Pero, después, igual pueden tener problemas y terminar en la psicopedagoga.

Es que los problemas de aprendizaje no se pueden determinar tan categóricamente antes de 1° Básico. En pre-kinder y kinder uno puede tener ojo o estar alerta a ciertas conductas, pero hay muchas cosas que los niños omiten por otras razones y no necesariamente porque tengan un problema.

La Unicef critica los exámenes de admisión porque dice que se produce una discriminación de los niños, que crea colegios segmentados y que éstos deben aceptar la diversidad.

En primer lugar hay diversidad de colegios. Y, además, en todos los cursos hay diversidad porque las personas son distintas, independientemente de la capacidad intelectual que tengan y porque las inteligencias son distintas, hay inteligencia artística, social, etc. Pero, por supuesto, cada colegio puede poner un piso porque, al final, si el niño no tiene el nivel intelectual suficiente o la familia no es la adecuada para ese colegio, él lo va a pasar muy mal y se le pueden generar otros problemas.

¿Cuál es la actitud de los padres?
Nunca me ha tocado un niño angustiado, pero sí he visto muchos papás angustiados. El estrés está dado por el temor de que el niño no quede, que el hijo mayor determina el resto de la familia, que hay mucha demanda en algunos colegios, etc. Pero ahora hay muchos colegios nuevos, hay gran variedad de estilos y proyectos educativos. Si uno elige bien, en cuanto al ambiente, al tipo de educación, a lo que quiere de ese colegio, no debería tener problema…Hay gente que no tiene muy claro qué quiere o no tiene información suficiente sobre los colegios y postulan a cinco colegios, con el consiguiente estrés.

¿Y los niños?
Los niños pueden estar un poco tímidos, pero eso es normal. Todos están en las mismas condiciones: no van a ser como en su casa, van a estar más tranquilos, más tímidos, porque es un lugar que no conocen, con gente extraña. Lo raro es el que entra con demasiado desplante.

¿Qué tienen que hacer los padres para elegir bien y no estresarse?
Conocer bien el proyecto educativo del colegio, a través de entrevistas, conocer alumnos y familias del colegio. Los colegios son un montón de cosas, la parte académica, los valores, las familias, la actitud frente a los problemas, etc. Y los papás tienen que coincidir con la mayoría de estos aspectos.

Qué decir y qué no decir a un niño
Antonio iba con su mamá al examen de admisión del colegio que ella y su marido habían elegido después de un difícil proceso. Ella le había hablado desde la mañana que iría a dar un examen al colegio. Antonio iba tranquilo, algo callado…Pero cuando ya caminaban hacia la puerta del colegio, paró en seco. ¿Qué le pasaba? Antonio no quería hacerse un examen de sangre…¡Horror! No había entendido que había otro tipo de examen, que no era médico.

Algunas pautas importantes:
-No postularlo a más de dos colegios.

-Llevar al niño al lugar antes y contarle que otro día va a volver a jugar con una tía. Así no será un lugar extraño para él.

-Que duerma bien y coma normalmente ese día, es decir, que haga vida normal.

-No prometer premios ni menos castigos para después del examen. A los niños no se les puede sobornar tan fácilmente porque si le va a dar pataleta, le va a dar igual y sólo aumentará la ansiedad.

-No decirle nada al niño antes. Ya en el auto se le puede contar en forma muy simple, que va a jugar un rato con una tía, que ella lo va a estar esperando afuera, etc. Se trata de disminuir la ansiedad.

-La mamá no debe mostrarse nerviosa, aunque lo esté. Si ha elegido bien y ésa es la educación que quiere para sus hijos, no debería tener problemas.

Revista Nro.69 Por Cecilia Eyzaguirre

3 comentarios:

Anónimo dijo...

me he leido el texto por encima y alguna de las cosas que explicas las di yo el año pasado en el ciclo de infantil y estan muy bien luego me lo leo con mas calma bss

omar dijo...

Mi hija no quiso ingresar a la evaluación, ¿a que se puede deber?
la próxima semana tenemos evaluación en otro colegio y tenemos el miedo de que no quiera entrar. Si me pueden dar recomendaciones, seria ideal.

Anónimo dijo...

Mi hijita entró un poco tímida pero sin llorar. En mi caso la clave del éxito fue que la llevó su papá y yo no, conmigo se engríe mucho.