El Niño de Dos a Seis Años: La Negación

A lo largo de su desarrollo, los niños experimentan tres momentos básicos en los que se niegan sistemáticamente a aquello que se les dice. Esta negación suele molestar a los padres que se sienten perdidos y no saben cómo reaccionar. LAS TRES "ETAPAS DEL NO"
	Hacia el año y medio: el niño aprende que gracias al poder de la palabra “no” tiene la posibilidad de evitar algo que le disgusta. Esto está relacionada con la adquisición del lenguaje, ya que el niño está aprendiendo a utilizar las palabras como oposición a algo externo.
	Alrededor de los 3 – 4 años: el niño está conformando su personalidad y comienza a tener conciencia de que es una persona que forma parte de la comunidad. Tiene conciencia de la realidad y siente la necesidad de hacerse partícipe en las decisiones que le incumben. Quiere dejar patente que es una persona diferenciada (no es su madre, no es su padre, sino él mismo) y desea que le escuchen. Por esta razón, se opone a lo que le viene del exterior porque siente que, como persona, también tiene algo que decir y puede y quiere tomar decisiones por sí mismo. De hecho, tiene la capacidad de formar ideas y piensa antes de actuar. Del mismo modo, a esta edad aparece la astucia y el ingenio, por lo que utiliza atajos para conseguir lo que quiere. Uno de estos atajos es el uso del “no” como forma de ser escuchado. Se trata de un paso en el desarrollo de todo niño que le ayuda a cimentar su personalidad.
	En el inicio de la pubertad: es cuando se da el tercer momento básico. Se caracteriza por la oposición y la rebeldía frente a lo establecido.
ORIENTACIONES PARA LOS PADRES
	Deben saber que se trata de algo emocional, y que este comportamiento y esta actitud negativa es clave en la formación de la personalidad de todos los niños.
	Hay que intentar no perder la paciencia y razonar con el niño. Preguntarle por qué no quiere hacer lo que se le está pidiendo.
	Escuchar al niño y hacerle partícipe de situaciones comunes. Por ejemplo, en vez de decirle que durante el fin de semana van a ir a algún sitio, preguntándole qué le gustaría hacer, así le está dando la oportunidad de decidir qué hacer.
	No hay que anular la negación, pero es importante que comprenda que cuando se niega a algo, esto puede tener repercusiones en los demás y en sí mismo. Por ejemplo, ante la negativa a ducharse, el niño se debe dar cuenta de que la suciedad va a traerle problemas, los demás niños se burlarán de él, será castigado si no lo hace...